Resumen y comentario del libro "Dulce compañía"

Cuenta la historia de una periodista que es enviada al barrio Galilea para cubrir la noticia de un ángel, cuándo ella llega se encuentra con diferentes personajes como Ara, María Crucifija, Orlando, el padre Benito y por supuesto el ángel; ella se enamora perdidamente de él llegando al punto de que en una clase de ritual tiene relaciones sexuales con este; tiempo después el ángel desaparece sin dejar rastro alguno quedando la reportera embarazada y sólo teniendo claro que iba a alejar a su hija de todo esto y así poder tener una vida tranquila.

El misterio detrás del ángel

“Esos ataques que le dan a su hijo, doña Ara, seguramente son ataques de epilepsia. La epilepsia es una enfermedad espantosa  para quien la padece.” (Restrepo. 2001. 118) Opino que esta teoría no desafía a la lógica, es más razonable creer que él tiene ataques epilépticos y no dones sobrenaturales.

 – Como te dije, ella tiene ratos de lucidez, y por lo que ha ido contando conocemos algo de su historia. Parece ser que su marido estuvo preso, si es que no lo está todavía, en ese frenocomio. Matilde fue a visitarlo todas las semanas durante años, hasta que se le zafaron las tuercas a ella también. Apenas vio a tu ángel empezó a gritar que lo conocía, que ese muchacho era compañero de patio de su marido. (Restrepo. 2001. 149)

Con esto se pueden hacer varias hipótesis acerca del pasado del ángel, puede que sólo sea una persona que no está psicológicamente estable, que no está en sus cabales, como lo decía la mamá del ángel no se sabe nada sobre su pasado, hay muchas cosas que quedaron inconclusas y que quizá se puedan responder con contemplar esta hipótesis.

Y también podemos sacar una breve conclusión de todo el libro; nunca se supo si en realidad era un ángel, pudo ser una enfermedad, pero es extraña la forma en la que desaparece de un momento a otro y esto nos lleva a que todos pueden pensar lo que ellos quieren en realidad pensar.

Referencia:

RESTREPO, Laura. (2001). Dulce compañía. 2 ed. Editorial Norma. Bogotá, Colombia. 211 páginas.

Glosario

Abruptos: aplica al terreno que es difícil de atravesar por estar lleno de rocas.

Achacado: Atribuir algo, especialmente una falta o un delito, a una persona o cosa.

Alero: borde de un tejado que sobresale de la pared.

Amainaba: Primera persona del singular Pretérito Imperfecto (copretérito), modo indicativo del verbo amainar.

Angarillas: Tablero con dos barras horizontales y paralelas que sirve para transportar cosas a mano.

Apaciguan: Establecer la paz o la tranquilidad donde había un enfrentamiento.

Apócrifos: ha sido utilizado a través de los tiempos para hacer referencia a algunas colecciones de textos y de escritos religiosos sagrados surgidos y emanados en contextos judíos o cristianos.

Asceta: Persona que se dedica a la práctica del perfeccionamiento espiritual.

Ascuas: Trozo de materia sólida que arde sin llama.

Asidero: Parte de un objeto que sirve para asirlo o cogerlo con la mano.

Atadijo: Paquete pequeño hecho atando varias cosas descuidadamente.

Atrio: espacio descubierto y generalmente, rodeado de edificios, arcos.

Augurio: Señal, presagio o aviso de lo que va a ocurrir en el futuro.

Avechucho: Sujeto despreciable por su figura o costumbres.

Blasfemia: Palabra o expresión injuriosa que se dice contra Dios o las cosas sagradas.

Bríos: gentileza, gallardía, valentía.

Cinamomo: Árbol ornamental de madera dura y aromática.

Circunvalación: Rodeo de un lugar.

Cohesionar: relacionar o unir algo.

Colmado: Que está lleno o completo.

Dadivoso: Persona que no es interesada, generoso.

Deplorable: pena, disgusto, lamentable.

Desapacible: algo desagradable, irritante, molesto.

Desazón: insipidez, disgusto.

Disonante: Se aplica a la cosa que está en desacuerdo con otras o con lo que está alrededor.

Disuadirlo: desistir de una idea o propósito de algo.

Elocuentes: fuerza de expresión, eficacia para persuadir y conmover quien tiene gestos, ademanes.

Encandilados: cautivar, deslumbrar, ilusionar.

Enclaustrado: Encerrar a una persona en un convento.

Endilgar: encaminar, dirigir, encaminar, encajar.

Erosionada: rose, rasgamiento.

Estampida: huida impetuosa que emprende una persona.

Frenesí: manifestación exaltada de un sentimiento.

Fulgor: Brillo o resplandor muy intenso de una cosa.

Fulmina: Causar la muerte de forma rápida, especialmente un rayo o un arma.

Gruta: Cavidad natural profunda que está situada en un lugar subterráneo.

Hierofantes: En la antigua Grecia, jefe supremo del sacerdocio de Eleusis.

Hilvanaba: Relacionar o enlazar varias cosas entre sí.

Huestes: conjunto de servidores o partidarios de una persona.

Inasibles: algo que no se puede coger.

Ininteligibles: Que no puede ser entendido o comprendido.

Inusitada: Que es muy particular o poco frecuente.

Letanías: oración colectiva y pública  hecha a Dios.

Magnánimo: Que es bondadoso, comprensivo y causa respeto.

Meticulosa: detalle, algo que se hace con cuidado.

Naftalina: sustancia sólida, blanca, con olor fuerte.

Ovialidad: alegría, buen humor, buen carácter.

Obnubilación: es una confusión mental que impide pensar con claridad.

Pasmosa: admiración, asombro.

Peculiar: es propio y único de una persona o una cosa.

Penumbra: Situación que hay poca luz, pero no se llega a la oscuridad.

Pudor: Sentimiento que mueve a ocultar los sentimientos.

Ráfagas: Golpe de viento violento y de poca duración.

Sandinistas: guerrillero revolucionario de Nicaragua.

Severidad: Rigor o intolerancia con que se juzgan las faltas y debilidades de los demás olas propias.

Solapas: parte de un vestido que corresponde al pecho.

Subversivas: Que pretende alterar el orden público o destruir la estabilidad.

Superstición: La superstición suele basarse en tradiciones populares que se transmiten de generación en generación.

Tugurios: habitación o casa  pequeña, descuidada o de mala reputación.